martes, 17 de marzo de 2009

EL HIPERGLOBALISMO




La globalización es un hecho diversamente interpretado e interpretable. La diversa valoración de algunos parámetros genera modelos diferentes de la globalización: hiperglobalismo, escepticismo y transformacionismo. No podemos hablar de Hiperglobalismo sin antes conocer un poco de los procesos de la globalización y como se llego a tener tres interpretaciones de ella.

La globalización puede ser pensada como la ampliación, profundización y aceleración de la interconexión mundial en todos los aspectos de la vida social contemporánea, desde lo cultural hasta lo criminal, desde lo financiero hasta lo espiritual” [1]

Los mismos autores caracterizan la globalización como: Un proceso (o conjunto de procesos) que incorpora una transformación en la organización espacial de las relaciones sociales y las transacciones – evaluadas en términos de su extensión, intensidad, velocidad y generación de impacto en flujos y redes transcontinentales o interregionales de actividad, interacción y ejercicio de poder”[2]

La globalización por su misma naturaleza, es un hecho muy complejo. Al menos han de señalarse tres niveles: el técnico-económico, el socio político y el cultural. El motor del proceso de globalización es el interés económico.

Este proceso globalizador no tiene precedentes, posee causas múltiples y está haciendo al mundo más interconectado y complejo organizativamente. La organización jurídica por excelencia que conocemos como “Estado”, está siendo erosionado o reorganizándose, siendo acertado expresar que los mismos Estados se están reconstituyendo en un nuevo orden mundial, cada vez más poblado por instituciones económicas, políticas y culturales, globales y regionales, y por movimientos sociales.

Con la globalización se rebasan diversas barreras y fronteras físicas que el mundo nos impone por naturaleza; se unifican criterios homogeneizando conductas a favor de un mismo fin; se sobrepasan las dificultades que los distintos idiomas, culturas e idiosincrasias pueden llegar a suscitar; y todo esto con la ayuda de los diversos medios de comunicación usados por la globalización. se hace del mundo de hoy un algo común para todos y no un algo fraccionado donde se encuentran todos.

La globalización, suceso de nuestro tiempo, plantea retos enormes a países que, como el nuestro, se encuentran alejados de los principales lugares de decisión de la economía mundial. Por ello necesitamos empezar por plantear interrogantes propias.

La globalización es una idea, un concepto, una determinada forma de ver el mundo. Si bien aun para algunos autores la globalización carece de definición precisa. La gran idea de la globalización es justamente que lo abarca todo. ...abarca todo, desde los mercados financieros hasta Internet.

En los últimos veinte años, el desarrollo tecnológico, particularmente el de las telecomunicaciones y de la informática, han dado un impulso nunca visto a la interconexión mundial del comercio, de la industria, de la economía, de la política, de la vida cultural y social del planeta.

Hay hoy tres principales visiones o interpretaciones de la globalización, que podemos clasificar como: hiperglobalismo, escepticismo y transformacionismo.

El hiperglobalismo concibe la globalización como una nueva era de integración económica global –mercado abierto, flujos financieros globales y creciente afirmación de las multinacionales–, guiada por el capitalismo, las telecomunicaciones y las nuevas facilidades de movimiento en el mundo; la integración en un mercado mundial está erosionando el poder de los Estados. En esta visión, la dicotomía norte-sur estaría pronto sustituida por un orden empresarial mundial, estructurado por nuevas reglas del juego globales: las de la Organización Mundial del Comercio. El inevitable progreso levantaría todas las economías, menos las que se resistieran a los mecanismos de la globalización.
Hiperglobalismo: como una nueva era global de economía capitalista de libre mercado.
Podemos ver como este libre mercado es una fuente de desarrollo económico, pero tiene algunos riesgos, porque puede favorecer la hegemonía de las finanzas y de la lógica absoluta del mercado en detrimento de los aspectos sociales y culturales.

Los hiperglobalizadores sostienen que la globalización contemporánea define una nueva era en la cual los pueblos de todo el mundo están cada vez más sujetos a la disciplina del mercado global.[3]

Se debe tomar en cuenta es que para algunos de los hiperglobalizadores (Ohmae, John Gray) la globalización económica está generando un nuevo modelo, tanto de ganadores como de perdedores de la economía global. La globalización se puede vincular, de esta manera, con una creciente polarización entre aquellos que sacan sus frutos de la globalización y aquellos que no los sacan. En esta economía global se están desarrollando “lealtades de clase transnacionales cimentadas por la adhesión ideológica a una ortodoxia neoliberal”42 por parte de los ganadores.

No obstante el reconocimiento de esta polarización mundial, el poder económico y el poder político, para los hiperglobalistas, se está volviendo efectivamente tan desnacionalizado y difundido que los Estados-nación se están convirtiendo cada vez más en “una forma de transición de la organización para administrar los asuntos económicos.

La redefinición de las pautas de estratificación social está vinculada con la creciente desterritorialización de la actividad económica, a medida que producción y finanzas adquieren cada vez más una dimensión global. Autores como Castelles y Ruggie, sostienen que las economías nacionales se están reorganizando mediante procesos de globalización económica, de tal manera que el espacio económico nacional ya no coincide con las fronteras nacionales.

Para los hiperglobalistas cuyas teorizaciones consideran que la globalización define una nueva época de la historia humana caracterizada por la desaparición o perdida de peso del estado-nación y por el auge del comercio global. El estado-nación pertenece a las exigencias de un período histórico ya terminado. Las exigencias del paradigma económico que surge paralelamente a la Globalización impiden la intervención del Estado. La lógica es la que sigue, en un Mercado Global no tiene sentido la intervención de un Estado, ya que las políticas proteccionistas lo aislarían y las políticas de protección de la mano de obra nacional ahuyentarían a las posibles empresas interesadas en invertir en el país.

Como podemos ver la Globalización tiene múltiples prismas y afecta a multitud de esferas, pero que en el centro de todo el proceso está la Globalización Económica y de ella se derivan la mayoría de las consecuencias en y para las demás esferas: derechos humanos, cultura, pobreza, comunicación... etc. Por ello creemos que de existir, la Globalización que nos interesa es eminentemente económica, aunque sus consecuencias impliquen la “desnacionalización” (conce pto de Sassen), la perdida de centralidad del estado-nación o la aparición de nuevos actores sociales de gran relevancia (empresas transnacionales).

El hiperglobalismo, ilustrado por K. Ohmae y Thomas L. Friedman, concibe la globalización como una nueva era global de integración económica (capitalista) – mercado abierto, flujos financieros globales y corporaciones multinacionales. Llevada por el capitalismo, las comunicaciones y la tecnología del transporte, la integración en un mercado mundial está erosionando crecientemente el poder del Estado y su legitimidad. La dicotomía Norte/Sur será rápidamente reemplazada por un orden empresarial estructurado por nuevas “reglas del juego” globales, tales como las de la Organización de Comercio Mundial (World Trade Organization (WTO)). Aunque para el hiperglobalismo existen ganadores y perdedores de corto plazo, la creciente marea global levantará eventualmente todos los botes nacionales e individuales –excepto los de aquellos que se resistan al progreso inevitable-. Como observa Dani Rodrik , “la integración global se ha convertido, para todos los propósitos prácticos, en un sustituto de la estrategia de desarrollo.”[4].

De acuerdo con este punto de vista, la atención gubernamental y los recursos deberían enfocarse rápidamente (y con frecuencia penosamente) en remover los aranceles y otros mecanismos que bloqueen el acceso al mundo globalizante. Tony Blair expresa en forma sucinta la fe hiperglobalista: “Tenemos que hacer un trabajo enorme para convencer a los opositores sinceros y bien motivados de la agenda del WTO que la WTO puede ser, ciertamente lo es, un amigo del desarrollo, y que lejos de empobrecer a los países más pobres del mundo, la liberalización del mercado es la única ruta segura para el tipo de crecimiento económico necesario para acercar su prosperidad a la de las economías más desarrolladas”. [5]

La perspectiva hiperglobalista se ha extrapolado también, en otros casos, a la vida social o cultural, aludiendo, por ejemplo, a la progresiva y casi irremediable homogeneización cultural, se insiste en el declive de los anclajes locales y territoriales, considerados cada vez menos relevantes en el contexto global actual.


[1] (Held et all, 1993, p. 2)
[2] Held et all, 1999, p. 16
[3] Ohmae, 1990, 1995
[4] Rodrik, 2001, p.55
[5] citado en Rodrik, 2001, p. 57

domingo, 2 de noviembre de 2008

FILOSOFIA CIBERESPACIAL

DRA. YANIRA MESA, DRA. DAMARES MESA Y DRA. MARIA GERMAN

Fundamentos filosóficos del ciberespacio


Una filosofía de la tecnología ciberespacial tiene como base una concepción nueva del tiempo, del espacio, del lugar, del cuerpo, del objeto, de la realidad, de la relatividad y de la verdad. En el ciber una filosofía de la tecnología ciberespacial estos conceptos adquieren otra definición totalmente diferente, porque no se parte de referentes reales, sino virtuales.


Aunque partiendo de un mismo concepto de que nada permanece tranquilo, el ciberespacio es una visión distinta a la del espacio que pensó el filósofo Demócrito en el siglo IV a.c.


En el ciberespacio, el espacio no es una definición precisa y como si fuese manifestación de extensión limitada, donde se encuentran los cuerpos. Nada de eso. Este deviene en construcción, reconstrucción, figuración, prefiguración e interacción de esos cuerpos que se encuentran en lugares virtuales. Por eso podemos confundirlo con el espacio que ocupan los sistemas computacionales y la Internet. El ciberespacios creación, espacio no fisco.


En el ciberespacio las posibilidades son ilimitadas y embriagadoras. En el ciberespacio se desmaterializan los cuerpos y las conversaciones fluyen en un espacio que no es real, sino creado y virtual.


PUNTO DE PARTIDA


Como podemos ver la filosofía Ciberespacial viene desde siglos atrás por el filosofo Ernst Kapp. A través de el los diferentes espacios corporales manifestaron espacios tecnológicos. La relación intrínseca que se establece entre los instrumentos y los órganos, es mas un descubrimiento inconsciente que una intervención consciente, es que en los instrumentos humanos se reproducen continuamente.


El autor plantea que un mundo que este mediado por la tecnología de la información y la telecomunicación, los seres humanos que están en relación con la tecnología forman parte de ese hibrido que se denomina ciborgs. Todos los temas importantes que marcan la historia de humanidad tienen su origen en la Filosofía. Según lo dicho por el DRAE (Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española) la filosofía no se encuentra separada de la acción o guía sobre el conocimiento y el hacer de los individuos y sociedades. Así tecnología ciberespacial, realidad virtual, expresiones muy propias de la sociedad actual no escapan de tener sus cimientos siglos atrás, cuando el filósofo Ernest Kapp, acuña el término Filosofía de la Técnica, que relaciona los instrumentos y las armas con los órganos humanos.


En la actualidad, el ser humano no puede desligarse de las relaciones cibernéticas, su cotidianidad le revela, aunque no lo piense. En los países donde predominan las relaciones sociales fundamentadas en la tecnología de la información y el conocimiento, el ciborg es cada día una realidad.


La filosofía no puede desligarse de la técnica y la tecnología, mucho menos de esta ultima que se ha establecido como institución científica. La técnica siempre ha acompañado al ser humano, mientras que la tecnología no. Esta es producto de la sociedad moderna y brota del conocimiento científico.


Los temas de ciencias ficción, antes vistos sólo en películas hoy son una realidad, los seres humanos entran y forman parte de la tecnología, utilizando redes para comunicarse o realizar tareas cotidianas con los llamados ciborgs (máquinas revolucionarias, máquinas mutantes). Carlos Marx, Theodor W. entre otros filósofos han emitido juicios sobre el valor de la tecnología. Es Ortega y Gasset (según Mitchan) el primero en ocuparse de los problemas tecnológicos como parte de la vida humana y su relación con su circunstancia de forma creadora y humana.
Un filósofo que aporto al mundo tecnológico y ciberespacial fue Bertrán Russell, quien elaboro un mapa conceptual aplicado al mundo de los símbolos matemáticos y lógicos.


A partir de este contexto filosófico sobre la tecnología podemos situar las preocupaciones filosóficas en torno al ser humano y la maquina.


La relación entre los humanos y la maquina es compleja, al punto de que los años 50 se construyo todo un paradigma teórico cibernético.


Desde que wiener diera esa definición de cibernética, esta ha pasado por diferentes periodos de producción conocimientos que apuntan a la construcción de sistemas computacionales artificiales semejante al celebro humano, capaces de reproducir mecánicamente, en aproximaciones, las funciones de este.


La filosofía de Leibniz gira en torno a dos conceptos estrechamente relacionados: el de un simbolismo universal y el cálculo de razonamiento.


En la década de los 60 surge en EU el “Internet”, un fenómeno que revoluciona el mundo, con el objetivo de que la información llegara a su destino final de cualquier forma, sus usuarios eran limitados. En la década de los 90 la red de redes trasciende el entorno académico y se comercializó dando acceso a la Población.


Internet ha tenido un éxito tremendo y su expansión no la controla nadie. Desde que abriera sus puertos al crecimiento comercial, Internet se ha transformado en un mercado vibrante. Se exploran en todas las regiones del mundo maneras de introducir actividades de Internet que sean compatibles con sus culturas y climas políticos.


La Internet de hoy en día ya no es una red académica, como en sus comienzos, sino que se ha convertido en una red que involucra, en gran parte, intereses comerciales y particulares. Esto la hace inapropiada para la experimentación y el estudio de nuevas herramientas en gran escala. Surge en 1992 Internet 2, una red basada en el espíritu de colaboración entre las universidades del mundo y su objetivo principal es desarrollar la próxima generación de aplicaciones telemáticas para facilitar las misiones de investigación y educación de las universidades, además de ayudar en la formación de personal capacitado en el uso y manejo de redes avanzadas de cómputo.


Al hablar de Internet, se habla de realidad virtual, de comunidad virtual y de ciberespacio a veces nos confundimos y no sabemos si se habla de un espacio real o de un espacio construido simbólicamente. En estricto sentido se trata de ambos: por un lado, el espacio que ocupan las computadoras, los cables, las conexiones y los servidores (que es físico, tangible y real) y que está modificando nuestra relación con el espacio físico. Aquí tendríamos un primer objeto de conocimiento, enmarcado en la tradición de los trabajos de Silvertstone, Morley y Hirsch (1992): estudiar la forma en la que se integran al espacio físico estos nuevos dispositivos tecnológicos de comunicación. Cada vez es más común que en las aulas, en lugar de las tradicionales butacas y pizarras, se encuentren centros educativos dotados con centros TIC, Pizarras Digitales, Carritos Itinerantes, Pizarras inteligentes, rincones tecnológicos, etc.


Debido a la rápida incorporación de la tecnología en la sociedad aparecen en este mundo cibernético dos fenómenos: la generación net, y los hackers. Estos jóvenes tienen el deseo irrefrenable de aventurarse, sin importar los límites, en la red de redes, viven con la tecnología y la misma forma parte de su entorno natural. Son diferentes a la generación X (1970 y principios de los 80) que crecieron con pocos medios de comunicación (radio y televisión. En la actualidad existen familias con hijos adolescentes donde se convive con las dos generaciones, con valores culturales, sociales y religiosos distintos.


Los net son independientes, individualistas, tienen la capacidad de realizar más de una tarea a la vez, son curiosos y tienen amistades con las que comparten el ciberespacio. Contrario a la generación X, que son metódicos, secuenciales, acostumbrados al libro de texto, a las relaciones grupales y presénciales, etc.


No podemos ser ajenos a la realidad, resistirnos a los cambios, tenemos que subir al tren de la tecnología, ser reflexivos, asumir lo positivo que aportan a la sociedad. Es deber de los padres y adultos guiar a los jóvenes, sin criticarlos, pues ellos están viviendo su propia realidad, en la que les ha tocado vivir y formarse. No podemos ser indiferentes y dejarlo a su propio albedrío. Tenemos que inculcar en ellos las virtudes pedagógica y formativa que están en la red, enseñarle a ser críticos, y que todos los conocimientos adquiridos con las tecnologías los utilicen para promover proyectos que colaboren a crear una mejor sociedad.


Abordar la tecnología en estos tiempos es pensar y conocer la compleja relación de computadoras (procesasador, interfaz, ciberespacio) y hombre (sociedad, cultura, economía y política).
Es por eso que se hace imprescindible filosofar sobre el mundo tecnológico ciberespacial. Para analizar la incidencia de la tecnología de la información y el conocimiento en lo social, tenemos que trascender los estrechos estudios disciplinarios. Los cambios sociales y culturales que por obra de la tecnología de la información y el conocimiento se producen de manera acelerada, en particular lo ciberespacial., empujan a los investigadores e intelectuales a estudiar en el ámbito de la interdisciplinariedad, la cual se genera, (Haidar, 1998:118) cuando el mismo objeto de estudios se constituye desde varias disciplinas. El ciberespacio (palabra inglesa cyberspace) designa el espacio virtual de interactividad entre diversos medios de comunicaciones (ordenador, teléfono, televisor, inteligente).


Por eso, en época los filósofos tienen el deber de pensar los conceptos de tiempos, espacios, cuerpo, verdad, realidad.


Vivimos tiempos de asombros, nuevas ideas y producción de nuevos conocimientos. Por lo cual los filósofos tenemos que indagar críticamente esas nuevas producciones, delimitar donde hay nueva producción de conocimiento y no de información, un saber de un no saber filosófico, de una reflexión filosófica sobre la tecnología ciberespacial a una simple reflexión técnica o ingeniería cibernética.

Fuente: Capitulo I, Libro: La República Dominicana en el Ciberespacio de la Internet. Autor:Andrés Merejo.